Apenas descendieron de la nave, la delegaciĂłn que viajaba en el vuelo, encabezada por su señora esposa, Liseth ChalĂĄ, allegados y miembros del Club El Jaish, fueron recibidos por familiares (donde estaban los padres del goleador -Ermen BenĂtez y Rita Betancourt- y de la viuda -ClĂ©ber ChalĂĄ-), miembros del Gobierno ecuatoriano y de la FederaciĂłn Ecuatoriana de FĂștbol (en la persona de su presidente, Ing. Luis Chiriboga), quienes brindaron las condolencias respectivas por la irreparable pĂ©rdida del delantero de la selecciĂłn nacional.
Posteriormente, los restos de BenĂtez fueron llevados a una zona privada del Aeropuerto Mariscal Sucre de Tababela. AllĂ, miembros de la FEF, todo el cuerpo tĂ©cnico de la SelecciĂłn Nacional, y varios futbolistas del equipo "tricolor" (que con permiso de sus clubes viajaron hasta Quito, procedentes del extranjero), asĂ como de diferentes equipos ecuatorianos, tuvieron su primer contacto con el "Chucho".
Tras esto, una carroza fĂșnebre, escoltada por miembros de la PolicĂa Nacional, asĂ como varias personalidades y pĂșblico en general (que desde tempranas horas copĂł la zona especial del Aeropuerto), acompañó al ariete hasta el Cementerio de Monteolivo, lugar donde recibirĂĄ tratamiento, para luego ser trasladado al sitio donde tendrĂĄ velaciĂłn: El Coliseo Julio CĂ©sar Hidalgo.
Se manifestĂł que en el trayecto hasta su primera parada, los restos de BenĂtez pasarĂĄn de manera rĂĄpida por el Complejo "El Sauce" de Tumbaco. El lugar donde BenĂtez viviĂł varios momentos, mientras militaba en las inferiores de El Nacional. AllĂ, cientos de simpatizantes, actuales jugadores de las menores del club "criollo", y militares en servicio activo brindarĂĄn un cĂĄlido homenaje al jugador nacido en sus canteras, y que ahora se dedicarĂĄ a marcar goles en el cielo.
De esta manera, se da inicio a la serie de actos que buscarĂĄn dar el reconocimiento y el adiĂłs para el futbolista, el amigo, el padre, hijo y el esposo. Para el "Chucho".