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sábado, 2 de octubre de 2010

CONAIE:

LLAMADO A LA UNIDAD POR UNA INSTAURACIÓN DEL ESTADO PLURINACIONAL DE LOS PUEBLOS

De: Comunicación CONAIE <comunicacion@conaie.org>

Quito, 30 de septiembre de 2010.- Un proceso de cambio, por más débil que sea, corre el riesgo de ser derrotado o juntarse a la derecha, nueva o vieja, sino establece alianzas con los sectores sociales populares organizados y se profundiza progresivamente.

La insubordinación de la Policía, más allá de sus demandas inmediatas, desnuda por lo menos cuatro cosas sustanciales:

1. Mientras el gobierno se ha dedicado exclusivamente a atacar y deslegitimar a los sectores organizados como el movimiento indígena, los sindicatos de trabajadores, etc., no ha debilitado en lo más mínimo las estructuras de poder de la derecha, ni siquiera dentro de los aparatos del Estado, lo que se ha hecho evidente por la rapidez con que reaccionó la fuerza pública.

2. La crisis social desatada hoy día también es provocada por el carácter autoritario y la no apertura al dialogo en la elaboración de las leyes. Hemos visto como las leyes consensuadas fueron vetadas por el Presidente de la República, cerrando cualquier posibilidad de acuerdos.

3. Frente a la crítica y movilización de las comunidades en contra de las transnacionales mineras, petroleras y agro-comerciales, el gobierno, en lugar de propiciar el dialogo responde con violenta represión, como lo ocurrido en Zamora Chinchipe.

4. Este escenario alimenta a los sectores conservadores. Ya varios sectores y personajes de la vieja derecha pedirán el derrocamiento del gobierno y la instauración de una dictadura civil o militar; pero la nueva derecha, dentro y fuera del gobierno, utilizará esta coyuntura para justificar su total alianza con los sectores más reaccionarios y a los empresariales emergentes.

El movimiento indígena ecuatoriano, la CONAIE, con sus Confederaciones regionales y sus organizaciones de base manifiesta ante la sociedad ecuatoriana y la comunidad internacional su rechazo a la política económica y social del gobierno, y con la misma energía rechazamos también las acciones de la derecha que encubierta forma parte de un intento de golpe de estado, y por el contrario seguiremos luchando por la construcción del Estado Plurinacional con una verdadera democracia.

Consecuentes con el Mandato de las comunas, pueblos y nacionalidades y fiel a nuestra historia de lucha y resistencia contra el colonialismo, la discriminación y la explotación de los de abajo, de los empobrecidos, defenderemos la democracia y los derechos de los pueblos: ninguna concesión a la derecha.

En estos momentos críticos nuestra posición es:

1. Convocamos a nuestras bases a mantenerse en alerta de movilización en defensa de la verdadera democracia Plurinacional frente a las acciones de la derecha.

2. Profundizamos nuestra movilización contra el modelo extractivista y la implantación de la minería a gran escala; la privatización y concentración del agua, la expiación de la frontera petrolera.

3. Convocamos y nos sumamos a los diversos sectores organizados a defender de los derechos de los trabajadores, afectados por la arbitrariedad con que se ha conducido el proceso legislativo, conociendo que son reclamos legítimos.

4. Demandamos del gobierno nacional a deponer toda actitud de concesiones a la derecha. Exigimos que abandone su actitud autoritaria contra los sectores populares, a no criminalizar la protesta social y la persecución a los dirigentes; ese tipo de políticas lo único que provoca es abrir espacios a la Derecha y crea escenarios de desestabilización.

La mejor forma de defender la democracia es impulsar una verdadera revolución que resuelva las cuestiones más urgentes y estructurales en beneficio de las mayorías. En este camino la construcción efectiva de la Plurinacionalidad y el inmediato inicio de un proceso de revolución agraria y desprivatización del agua.

Esta es nuestra posición en esta coyuntura y en este periodo histórico.

Marlon Santi, PRESIDENTE CONAIE
Delfín Tenesaca, PRESIDENTE ECUARUNAIR
Tito Puanchir, PRESIDNETE CONFENIAE
Olindo Nastacuaz, PRESIDENTE CONAICE

Más información:
http://ecuachaski.blogspot.com/2010/09/conaie-llamado-la-unidad-por-una.html
http://www.youtube.com/watch?v=STeahSnYUDg
http://www.youtube.com/user/CONAIEVideos#p/u/1/aXhzwsTQIJY

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A LAS NACIONALIDADES Y PUEBLOS DEL ECUADOR

No hay tiempo para hacerse héroes, ni momento para conspirar, los verdaderos héroes, sin seguridad estamos allá. Reclamando respeto, no hay revolución sin el pueblo; el pueblo es la verdadera transformación. No hay mesías que venga a cambiar la situación del país, ni gobernante que acepte el cambio radical. Los que luchamos con la verdad en la mano hemos permanecido en la persecución, nos han tratado a balazos, ha habido derramamiento de sangre (Bosco Wisuma), solo por reivindicar derechos y respeto.

Los mismos policías han sido enemigos del pueblo, el ejército ha sido enemigo del pueblo; ellos han dado seguridad a las transnacionales, el régimen socialista ya no ha querido escuchar las voces de los mandantes- La derecha, como aves rapiñas ha estado rodeando para atrapar la democracia. El Ecuador se ha vuelto un país de confrontaciones; pero, allí seguimos luchando por el buen vivir, por el derecho de la madre tierra, por nuestro futuro, y el futuro de nuestros hijos; aquel futuro que se vislumbra de paz, solidaridad, hermandad, en un estado Plurinacional e intercultural.

Los verdaderos, luchadores por la soberanía y la democracia, el sumak kawsay, seguimos exigiendo, movilizados en contra de la minería a gran escala, la no ampliación de la frontera petrolera, la inclusión a las propuestas de ley, que como movimiento hemos trabajado, seguimos exigiendo la trasversalizacion del Estado Plurinacional. Y todo lo hemos hecho por la vía democrática, justicia ante la injusticia, pero aún así no somos escuchados.

En la memoria de nuestros padres jamás, estaba la conspiración; en la memoria de nuestros padres esta la lucha y la resistencia y es el camino que seguimos. En estos momentos difíciles, cuando vemos que ellos se convierten en bestias salvajes, cuando ellos se han vuelto terror, cuando entre ellos se quieren imponer el camino del movimiento indígenas, está trazada la lucha para el pueblo, la lucha y la resistencia para un Ecuador justo, libre y democrático, la lucha y la resistencia, para que vengan los buenos tiempos, para que vuelva la tranquilidad a los ríos, montañas y lagunas, para que el aire siga dando vida a la humanidad, para que nuestros bosques sean nuestros espacios de vida, para que nuestros paramos y manglares sean espacios de recreación de nuestros hijos para, que nuestro llanto, nuestra alegría, nuestro sufrir sea un solo puño de lucha y resistencia, para que nuestra wipala sea el signo de la pluralidad.

Comunico a las bases del movimiento indígena:

1.- Mantener la unidad plurinacional a nivel de las comunidades, comunas, pueblos y, nacionalidades frente a la arremetida de la derecha-

2.- Convocar a la resistencia contra el modelo extractivista, y los megaproyectos de muerte como la minería a gran escala, la ampliación de la frontera petrolera, en los territorios de los pueblos libres TAGERI y TAROMENGAS.

3.- Convocar a la unidad nacional, para un verdadero cambio radical.

4.- Respaldarnos entre las organizaciones populares del país, para que nuestros legítimos reclamos sean incluidos en las nuevas leyes.

5.- Declarar en asambleas permanentes a nuestras bases.

Desde del corazón de la Nación Maya-Guatemala, 30 de septiembre 2010.

Marlon Santi
CONAIE Pushak kuraga, Runakunapac Apu - Presidente del Gobierno de los Pueblos y Nacionalidades del Ecuador

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LA SOBERANIA RADICA EN EL PUEBLO

La Fundación Regional de Asesoría en Derechos Humanos, INREDH (Ecuador), ante los acontecimientos que se están viviendo en Ecuador, en especial en la ciudad de Quito, manifiesta lo siguiente:

1. La soberanía radica en el pueblo y es el pueblo quien ejerce el poder para elegir sus autoridades o revocarlas; estas atribuciones están claramente establecidas en la Constitución del Ecuador.

2. El poder de revocatoria radicado en el pueblo tiene además otros elementos de acción basados en el derecho a la resistencia, cuando las autoridades implementan medidas que vulneran sus derechos.

3. Reivindicamos como propios los procesos de resistencia que tienen como fundamento la defensa de los derechos humanos, los derechos de los pueblos y los derechos de la naturaleza. Estas acciones son legítimas cuando su autoría radica en la base social.

4. De igual manera, rechazamos las acciones unilaterales del gobierno que lo han llevado a tomar decisiones que vulneran determinados derechos y que lo han alejado de las organizaciones de base; esta organizaciones se han movilizado constantemente para exigir un apego absoluto a la Constitución y un diseño de la legislación secundaria en la misma línea constitucional, recibiendo como contraparte fuertes acciones de represión, siendo su brazo ejecutor la Policía Nacional.

5. Sin perjuicio de lo anterior, rechazamos la sublevación de un sector de la Policía Nacional, pues no es un actor que pueda ejercer el derecho a la revocatoria ni puede representar a quienes luchan por el respeto a los derechos humanos, los derechos de los pueblos y los derechos de la naturaleza. El pueblo sabrá defender sus derechos sin necesidad de recurrir a los organismos armados, pues su valentía ha sido puesta a prueba en distintas oportunidades y siempre ha salido airoso.

6. Hacemos un llamado al sector de la Policía Nacional que se ha sublevado a deponer su actitud, y a la vez hacemos un llamado al Gobierno Nacional a deponer esa actitud prepotente que lo está aislando de las bases sociales: podemos construir juntos un país de dignidad, paz y soberanía, en donde el diálogo con las bases sociales sea cotidiano y guíen nuestro camino hacia la construcción de un país alejado de la política extractivista y de la dependencia de un modelo de desarrollo basado en la depredación de la naturaleza, y en este objetivo también son parte los organismos armados .

INREDH
Quito
info@inredh.org - www.inredh.org

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EL GOBIERNO DE ALIANZA PAIS EN UNA ENCRUCIJADA HISTÓRICA

Con los gritos a favor de “Lucio” que expresaron algunos de los policías durante su protesta, que raídamente pasó a ser un violento y trágico intento aparente de golpe de estado, queda claro que los reclamos de la policía (sean justificados o no) a las disposiciones de la Ley de Servicio Público aprobada por la Asamblea Nacional el día anterior, miércoles 29 de septiembre, fueron aprovechados y manipulados por la derecha tradicional, particularmente el Partido Sociedad Patriótica, cuyo líder, el ex presidente Lucio “seré el mejor aliado de los EE.UU.” Gutiérrez. Es de recordar que el Coronel Gutiérrez tiene la ‘distinguida’ distinción de haber ya participado de alguna manera en dos golpes anteriores que destituyeron a los presidentes Abdalá Bucaram (1997) y Jamil Mahuad (2001).

Seguramente, si este fallido golpe de estado (suponiendo que fuese tal, porque al parecer la desinformación ya es compartida entre los medios tradicionales de derecha y el gobierno) hubiera sido exitoso, esto hubiera contraído graves consecuencias para la democracia formal en Ecuador. Y, con los antecedentes del golpe de Estado en Honduras en junio de 2009, no se puede descartar la posibilidad de intereses extrajeras detrás del fallido golpe. La instauración de un gobierno de la vieja derecha en Ecuador aseguraría una cadena de gobiernos de derecha pro estadounidense por toda la costa pacífico sudamericana: Panamá-Colombia-(Ecuador)-Perú-Chile, que significaría una grave amenaza para el actual proceso político progresista e independista que se está dando en la región.

Por tanto es un grave error de aquellos partidos y asambleístas de izquierda que ingenua y/u oportunisticamente vieron en esta aventura golpista una manera fácil de ‘sacar’ a Rafael Correa. Al parecer, luego de las destituciones forzadas contra Bucaram, Mahuad y el mismo Gutiérrez, algunos sectores de la izquierda aun no han aprendido la lección: los golpes de estado no son una alternativa a la construcción popular ‘desde abajo’ para lograr un cambio profundo en la estructura del Estado, basado en una verdadera participación y el poder popular organizado. Los golpes militaristas solo han servido para mantener el actual sistema capitalista y las tradicionales oligarquías en el poder, o para instalar nuevos grupos de poder económico y político dentro del mismo sistema. Como las declaraciones de la CONAIE y de su Presidente y de INREDH manifiestan, es necesario defender la institucionalidad democrática existente, con todas sus limitaciones, y el actual proceso de cambio, por más débil que sea.

Dicho eso, no es de confundir el rechazo masivo del pueblo ecuatoriano a este asalto violento a la institucionalidad política como un apoyo político incondicional a Rafael Correa y el correísmo, que puede interpretarse como una ideología política (más cercana a los actuales gobiernos burgueses de los Kirchner y Lula que a al socialismo plurinacional que representa Evo Morales) cuyo rol fundamental no significa más que un intento ‘radical’ de reformar y rescatar el capitalismo ecuatoriano de la constante crisis económica e institucional histórica que ha sufrido el Ecuador, como tantos otros países neo coloniales del continente.

Sin embargo, como era de esperar, funcionarios del gobierno inmediatamente han empezado a aprovechar la situación con llamados a la unidad nacional “detrás del Presidente Correa”, en un intento de combinar la voluntad admirable del pueblo ecuatoriano para defender la democracia con el interés del gobierno para recuperar el apoyo político que ha ido perdiendo como consecuencia de su característica arrogancia y autoritarismo que niega tajantemente entrar en procesos de diálogo o tomar en cuenta la propuestas de la sociedad, prefiriendo, como dice la CONAIE, a atacar y deslegitimar a los sectores organizados como el movimiento indígena, los sindicatos de trabajadores, etc. La actuación del Presidente y los asambleístas de Alianza PAIS en la Asamblea Nacional de imponer sus leyes sin hacer participar ni consultar honestamente con los sectores interesados y afectados (indígenas, maestros, universitarios, trabajadores públicos…) es quizá el más claro ejemplo de este autoritarismo. A pesar de toda la gran maquinaria propagandística del gobierno, esta forma anti democrática de gobernar no se escapa de la atención de la sociedad.

Por eso, a pesar del rechazo generalizado, existe cierta simpatía por parte de la sociedad a esta aventura de los policías, no solamente por parte de los sectores de poder tradicionales anti correístas (por sus propios intereses) sino de los sectores populares y organizados que ven en el correísmo una clara amenaza a sus derechos políticos, a la vez que se sienten meros espectadores pasivos ante la mal llamada ‘revolución ciudadana’ arrolladora.

Así, Rafael Correa y sus asambleístas han logrado un hecho histórico: hostilizar a la policía nacional, que son nada más que los agentes de represión de primera instancia (previo el uso de las FF.AA.) de los mismos sectores populares que el correísmo ataca. Como la CONAIE manifiesta, “Mientras el gobierno se ha dedicado exclusivamente a atacar y deslegitimar a los sectores… no ha debilitado en lo más mínimo las estructuras de poder de la derecha, ni siquiera dentro de los aparatos del Estado, lo que se ha hecho evidente por la rapidez con que reaccionó la fuerza pública.” T

Es también irónico escuchar a funcionarios y seguidores del gobierno haciendo llamados por “la unidad” con gritos de “el pueblo unido, jamás será vencido” en contra los golpistas, cuando su líder, Presidente Rafael Correa, durante sus ya casi cuatro años en poder ha promovido un proceso sistemático de marginar, deslegitimar y dividir a los sectores populares e indígenas organizados.

Ahora bien, con esta experiencia golpista que tuvo como detonante inicial la prepotencia del correísmo manifestada en la Asamblea (para de allí ser aprovechada por la derecha tradicional), se esperaría que el presidente y su gobierno y asambleístas reflexionen y recapaciten para empezar a abrirse a un proceso de diálogo sincero e incluyente con los sectores indígenas y populares, ecologistas, etc., nombre de los cuales Alianza PAIS realizó su campaña en 2006.

Eso se debería esperar, pero existe otro panorama. Esto es el endurecimiento (como consecuencia de este triunfo sobre los policías revoltosos, que indudablemente fortalecerá el gobierno y le dará mayor ‘razón’ ante cualquier disidencia aquí en adelante) de los actitudes y prácticas excluyentes, autoritarias y represivas que han caracterizado el correísmo desde enero de 2007.

Ojalá sea el primer camino de apertura que el gobierno y Alianza PAIS tomen. Pero si sea la segunda –más probable, lastimosamente– a los movimientos indígena y sociales organizados les espera más –y peor– de lo mismo: leyes y prácticas excluyentes e inconstitucionales, persecución, represión y criminalización.

En conclusión, el gobierno y AP está en una encrucijada histórica, teniendo la opción de dos caminos a seguir: el mismo que se ha pisado duramente estos años, que inevitablemente mantendrá las divisiones y conflictos sociales y así el riesgo de fomentar una mayor erupción popular en el futuro, con todo lo que esto podría conllevar para la democracia y el buen vivir del país. O se puede tomar el camino del diálogo, el respeto y la cooperación sincera que son los principios éticos y políticos para posibilitar que todas y todos los ecuatorianos, de manera consensuada y unida, construyan una verdadera democracia participativa que garantizará la justicia, la paz social y el sumak kawsay en el Ecuador.

David Turner
Quito, 2 de octubre de 2010


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EL RESCATE DEL PRESIDENTE CORREA: UNA VERSION CONTRARIA A LA OFICIALISTA…

Quito, 1 Oct 2010

La verdad.

El señor presidente nunca estuvo en calidad de secuestrado, estuvo siendo atendido por el personal médico del hospital de la Policía, después de que de una manera prepotente en vez de conciliadora realiza el desafío incoherente de que lo maten si son valientes, nadie quería matarlo ni derrocar al régimen, es así que desde el interior del Hospital el dio varias declaraciones vía telefónica en múltiples ocasiones del día.

Minutos antes del salvaje asalto militar a esta casa de salud (ojo, no cuartel policial) con armas de grueso calibre y municiones reales en donde se encuentran mujeres, niños y ancianos la mayoría de ellos graves, pues nadie va a un hospital de vacaciones, con diferentes dolencias y que por la gran lluvia de gases y la balacera sin medida resultaron con asfixia y crisis nerviosas, ya se estaba cantando el Himno a la Policía Nacional y preparada la calle de honor por la que se disponía a salir el Sr. Presidente para ser trasladado al Palacio de Gobierno, por tanto, la incursión fue provocada por este cobarde para ganar protagonismo, hacerse la víctima y mantener su postura de prepotencia.

Compañero transmite este mensaje a todos tus contactos para que sepan la verdad y no como lo dicen que fue un secuestro y mucho menos un intento golpista y si estuviste dentro del Hospital cuéntale al mundo como pasó la real situación.

VALOR DISCIPLINA Y LEALTAD!!

Dr. Fernando Vargas M.
Bioquímico Farmacéutico
Coordinador de Medicinas e Insumos Médicos
Hospital Quito No.1 de la Policía Nacional.
Telf: 2443218 ext 1077

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EL DRAMA DE UN RESCATE

Por Patricio Rivas, Quito, ANSA

Tras una puerta de vidrio, unos 50 periodistas esperábamos la salida del presidente Rafael Correa del ala del hospital policial en donde se encontraba secuestrado en el norte de la capital, en uno de los momentos más dramáticos de la historia contemporánea del Ecuador.

Cada vez que uniformados entraban o salían del sitio ubicado en el tercer piso, parecía inminente el rescate del Mandatario, que ya había estado unas 10 horas “descansando”, primero en la habitación 326 y luego en la 302. Pero Correa no aparecía.

Unos 40 miembros del Grupo de Operaciones Especiales (GOE) de la policía ingresaron completamente equipados con el fin de sacar al presidente. Abajo, sus compañeros insubordinados habían formado una “calle de honor”, para despedirlo. Eso creíamos.

“Ya, queremos que se vaya”, exclamó una mujer cabo que no quiso identificarse, pero entonces se rumoreaba que Correa no quería salir porque no había garantías para su seguridad.

Bruscamente empezaron los disparos que nos anunciaron la llegada de los militares que venían a rescatar al presidente.

“¡Aléjense de las ventanas!”, gritaban los periodistas más experimentados, mientras la intensidad de los gases lacrimógenos alcanzaba el pasillo y nos obligaba a permanecer agachados o tirados al piso junto con médicos y enfermeras.
Las ráfagas hicieron que varios miembros del GOE salieran apresurados, empujando a los que aguardaban tras la puerta, y se lanzaran por una escalera.
“¡Los militares están disparando a los policías!” , se escuchó gritar a uno de ellos. Y ese grupo, salía a defender a sus compañeros? Nadie se animaba a asegurarlo.
Mientras la balacera aumentaba, los demás miembros del GOE se apoderaron del pasillo y otra vez, a empellones, trataron de llegar a la misma escalinata. En medio de ellos, entonces sí, iba Correa, en una silla de ruedas.

Cuando ya salían con él, una bomba lacrimógena soltada en el pasillo creó confusión y el pánico entre todos. Como en otros momentos de la jornada, el gas fue otra vez detonante para el agravamiento de la situación.

La “comitiva” presidencial decidió mantenerse en el tercer piso pero irrumpió en el ala contigua, ginecología, donde permanecían madres que recién habían dado a luz, y enfermos.

Con el mismo empuje, rompieron puertas y accedieron después a la sección de pediatría, donde seis niños se recuperaban de afecciones.

Instantes después apareció el asesor presidencial Jaime Sánchez, ecuatoriano-venezolano, considerado la “sombra” de Correa: “¿Y el presidente?” preguntó, dominado por el temor.

Con varias personas sólo acertamos a colarnos a la habitación 351 de la misma área, ginecología, donde un paciente se recuperaba de su dolencia y de los gases lacrimógenos.

“¡No puedo respirar, no puedo respirar!”, alertó con desesperación una colega, mientras intentábamos tranquilizarla, y también tranquilizarnos.

En la oscuridad del cuarto, apareció otra figura que se identificó como “miembro del gabinete” de Correa, que respondió a mi pregunta: “¿qué quieren los policías?"
“Las intenciones son derrocarle al presidente”, contestó Carlos Viteri, director del Ecorae, institución de desarrollo de la Amazonía, región de mayor respaldo al ex presidente Lucio Gutiérrez, a quien el gobierno responsabilizó de la sublevación.
En pediatría, los policías del GOE se agolparon en el corredor al encontrar las puertas de las habitaciones cerradas, dispuestos a ingresar al área de neonatología, donde estaba un bebé en una termocuna, relataron las enfermeras del área.

“¡Hay niños!”, les gritaron las enfermeras, plantadas frente a una puerta de acceso y aparentemente dispuestas a defender el lugar con sus cuerpos.

Los uniformados, entonces, desistieron de avanzar, se lanzaron al piso y encendieron papeles para aliviar los efectos del gas, a pesar de la presencia de mangueras de oxígeno.

Una de las enfermeras, de talla baja y unos 40 años, muy afectada por la situación, tomó no obstante resueltamente la silla de ruedas e introdujo a Correa a neonatología, por una entrada lateral, a un cuarto con este letrero: Cuidados Intensivos.

Las balas continuaban resonando en los exteriores del complejo médico. Tres de ellas impactaron los vidrios del área de “niños sanos” y una en la de “cuidados intermedios”, también donde estaban los recién nacidos.

La sección de “aislamiento”, donde estaba el bebé en su termocuna, no recibió impactos de bala, pero sí los gases y el estruendo sin fin.

Pasaban los minutos y en la habitación 351 escuchamos gritos: “¡No dispare, no dispare!”.

“¿Eran los militares que rescataban a Correa, eran policías, leales, sublevados? Poco después, el grupo del GOE volvió a irrumpir en el pasillo de ginecología con grandes escudos rodeando a Correa, ya con máscara antigás.

Avanzaron hasta una puerta que daba a unas gradas exteriores de emergencia y finalmente salieron, mientras las balas arreciaban, sin que nadie adentro pudiera saber si iban contra el mandatario o quienes intentaban salvarle la vida.

Media hora más tarde, el presidente llegaba a salvo al Palacio de Gobierno, en el centro de la capital, y se dirigía a sus simpatizantes fervorosos.

En la habitación 351 solo permanecíamos el paciente y yo, mirando a Correa por Ecuador TV, el canal público, mientras la balacera todavía retumbaba en los exteriores.

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