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viernes, 22 de abril de 2011

A PROPOSITO DE LAS CORRIDAS DE TOROS.

PARA TENER EN CUENTA

Por: Atawallpa Oviedo
Miembro fundador del Movimiento Sumak

Más allá de que la propuesta provenga del Presidente Rafael Correa y de la situación política circunstancial del Ecuador en este momento, la propuesta de eliminación de las corridas de toros es parte de una posición general frente a toda la vida en su conjunto que tenemos cada ser humano, consciente o inconscientemente. No es un hecho aislado sino que establece cual es nuestra posición y relación frente a cualquier elemento de la vida, llámese toro, gallina, planta, rio, montaña, ser humano; en una visión de unidad e interrelación o en una concepción de separación y de jerarquías entre todos ellos.
Cabe mencionar que para la ciencia posmoderna (especialmente la cuántica) y la espiritualidad ancestral (hace más de 3000 años) no existe ninguna diferencia entre todos los seres de la existencia, todos están constituidos de lo mismo, todos tienen la misma configuración de vida. Por tanto no hay mejores ni peores, ni superiores ni inferiores, tal como sostienen las teorías desarrollistas de hoy en día. Esto mismo, desde un lenguaje espiritual se diría que todos son dios o en todos esta dios. Dios es omnipresente y omnisciente en cada elemento creado, del cual es parte y todo, es decir, no está separado sino que es inmanente a todo lo creado. Posición muy diferente a las modernas religiones (cristianas, musulmanas, judías…) para quienes dios vive fuera de la vida natural, de los elementos y seres que hacen la existencia. Lo mismo sucedió con la ciencia aristotélica, cartesiana, newtoniana, darwiniana, marxista hasta Einstein, a partir de quien surge la ciencia relativista y quántica que se enlaza con la ciencia y espiritualidad ancestral, en la cual no hay ninguna oposición entre ambas.
Esto quiere decir que las diferencias son de conciencia, y que se manifiestan en formas culturales, entre una conciencia de totalidad de la vida y una conciencia de parcialidad y jerarquización de la vida. Siendo ésta última la que ha predominado en estos últimos siglos (2500 años) de la vida humana. Esta conciencia divisoria y de especialidades, es la que ha impuesto sus creencias y las actitudes culturales, en la que desde Platón hasta nuestros días se considera a los animales, minerales y plantas como seres inferiores a los seres humanos y por consecuencia la posibilidad de usar y de abusar de ellos, convirtiéndoles en objetos, bienes y recursos al servicio de los seres humanos. En una conciencia de totalidad son mirados y vividos como seres y hermanos de la vida, a los cuales se les reconoce su valor e importancia para la continuidad de la vida. Se entiende que quienes contienen, sostienen y mantienen nuestra vida son los demás seres de la vida. Gracias a ellos es posible nuestra existencia. Es el aire, el agua, las plantas, el sol, los animales quienes permiten nuestra prolongación sobre la vida.
La otra conciencia es la que viene produciendo el calentamiento global, la destrucción del planeta, la deforestación, la polución, las enfermedades modernas, las inundaciones… las corridas de toros. Por el contrario la otra conciencia viene promoviendo la cultura de la vida, el respeto a todas las criaturas de la existencia. No puede concebir que los animales sirvan para diversión, maltrato, placer, hedonismo, lujuria, enriquecimiento de los seres humanos. Su nivel de conciencia es más despierto cada día, que por ejemplo en ciertos lugares de Europa a las vacas que dan leche para el consumo humano, les ponen música de altas vibraciones como la clásica y otras de ese tipo, les dan masajes, y les hacen dormir sobre colchones especiales. Los animales para el consumo de su carne son muertos mediante una descarga eléctrica con lo cual se evita su sufrimiento, y por ende su carne es más saludable, aunque sigue siendo un asesinato pero es un ligero cambio. Todo lo contrario a como son asesinados cruelmente en los camales, pero mucho más es el sufrimiento de los toros de lidia en las plazas de toros, en donde son punzados, obligados a corretear y sometidos emocionalmente por los toreros y los aficionados.
Los pueblos ancestrales del mundo entero en una conciencia de totalidad, diferente a la conciencia totalitaria y globalizadora de hoy en día, tenían conciencia de lo que es asesinar y matar a un animal. Primero el entendimiento de que es un ser sagrado y que es un ser que da su vida por la nuestra, es alguien que entrega su vida para que el ser humano siga existiendo sobre la vida, y en ese sentido se le rendía reconocimientos, agradecimientos, homenajes, fiestas a su existencia y a su espíritu. Los cuales fueron después catalogados por la conciencia totalitaria religiosa de idolatría, fetichismo, animismo, etc. Es decir, había la conciencia de que cada animal que ingresa en nuestro cuerpo es un ser sagrado que nos da vitalidad y salud. Hoy es un animal maltratado en su crianza y asesinado vilmente, proveyéndonos de enfermedad y desenergetización. Esa es la gran diferencia, entre una y otra posición frente a cualquier elemento o situación de la vida, sin establecer diferencias y que marca nuestro camino y destino como seres humanos.
Por todo lo anotado, es muy triste que la mayoría del pueblo ecuatoriano y del mundo entero en general, maltrate y asesine a los animales, tierras, ríos, subsuelo, capa terrestre…, directa o indirectamente. Y mucho más triste es que los movimientos indígenas organizados y otros grupos reivindicativos supuestamente defensores de la pachamama y de los pobres, hoy estén en contra de la abolición de las corridas de toros, a pretexto de una oposición política a un gobierno con el cual también mantenemos una posición distante, pero de la que no somos ciegos, ni extremistas, ni fundamentalistas. El movimiento organizado indígena actual, no es un movimiento espiritual andino. Están afectados e infectados por las mismas posiciones racionalistas de occidente, como se puede ver claramente ahora con sus disputas de dignidades, su extructura organizacional piramidal, su democracia de las mayorias contra las minorias, es decir, nada a como eran y son las formas ancestrales andinas. Pero tenemos confianza que el movimiento de los pueblos ancestrales pronto serán guiados por hombres y mujeres de sabiduría.
De los otros sectores no hay nada que decir, es obvia y natural su posición depredadora y consumista, no se puede esperar nada o es muy difícil que pase algo, para ellos es simplemente cuestión de moral. Su moral es de creer que hay seres inanimados y vivos, y que dentro de los vivos, hay seres superiores e inferiores, en la que el ser humano es el superior y todos están al servicio del hombre (ego-etno-andro-hedo-antropo-homocentrismo). Su moral es el hedonismo (placer por el placer), están en la búsqueda de nuevas sensaciones, de adrenalina, de diversión… así como los romanos que mandaban en sus coliseos a matar a los cristianos con los leones. Cual es la diferencia entre todos ellos?. En el un caso eran seres humanos y en el otro son “solamente” toros, gallos, perros de pelea…?. Qué pena.
En síntesis, el problema no es exclusivamente racial, político, económico, cultural, moral, es de conciencia, y cada cual en su consciencia cósmica o inconsciencia banal votaran a favor o en contra de los toros, es decir, en contra o a favor de la vida, pues es lo mismo. Así vivimos y así morimos.

Atawallpa Oviedo
Miembro fundador del Movimiento Sumak

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